La casa muerta de Miguel Otero Silva...
La memoria como un estallido de lo vivencial en el pueblo de Ortiz. Eduardo José Blanco Landaez. “Esa mañana enterraron a Sebastián”. Desde esta primera línea el autor Miguel Otero Silva en su novela Casas muertas (Venezuela: Monte Ávila,1955) muestra la noción del tiempo que está entretejido en la novela, porque ésta comienza con la muerte de un personaje central para el desarrollo de la trama novelesca. El telón de fondo es la memoria, utilizada como un recurso literario y como elemento trascendental de la existencia humana, porque quiebra el cotidiano de la vida de una joven, Carmen Rosa, quien es la voz infantil que a lo largo de la novela va madurando hasta convertirse en la voz de una mujer guerrera y seductora. En palabra de Gabriel García Márquez: “La literatura se nutre de la memoria”; en la novela ésta es hilo conductor de una trama que se construye del narrar como artificio al conversar con el otro, con la simplicidad del quehacer cotidiano. Es en este punto, donde s